treinta y cinco años

El termómetro marca menos quince grados
el silencio sacude la cabellera blanca en el Norte
las almas cubren la mirada con el sol pintado
y... me transporto en el aire a mi desierto.

Voy de prisa detrás de la puna...
Atacama , mia! me baño en tu aridez
en la risa de mi primogénito que vio tu luz
le cubristes con tu luna celeste en época incierta.

Treinta y cinco años! Treinta y cinco años
entre botas invasoras y gemidos de gaviotas
tus ojos de esmeraldas me regalon una sonrisa
que bebieron mis pechos endulzando tu boca.

Treinta y cinco años y observo tu adultez
afuera las estrellas se congelan sin piedad
y tu voz cubre mis recuerdos de consuelo
nacistes junto al zumbido de balas en el sur
crecistes en el hielo y el gris del Norte de Svea.

Te miro mil veces , te acuno en mis brazos
retrocedo en el tiempo que nublaron la historia
estás aquí primogénito mio! sigue volando hasta el fin.