El cielo miró fijo a la tierra
la luna intentó ocultar sus lágrimas
en el norte chileno
Madres esposas ... todo un país
en el manto triste de una tragedia
que crecía en la incertidumbre.
Treinta y tres almas bajo cientos de metros
treinta y tres hombres fuertes y valientes
en el manto triste de una tragedia
que crecía en la incertidumbre.
Treinta y tres almas bajo cientos de metros
treinta y tres hombres fuertes y valientes
esperando rescate frente a la muerte,
una esperanza dibujada en las nubes
estrellas danzando lentamente con su luz
caminos que se alzan en la polvareda
banderas flameando en el torso de la mina,
una cadena orando de cielo a mar
toca la profundidad.
una esperanza dibujada en las nubes
estrellas danzando lentamente con su luz
caminos que se alzan en la polvareda
banderas flameando en el torso de la mina,
una cadena orando de cielo a mar
toca la profundidad.
Imágenes invaden la pantalla diminuta
recorrren el orbe ...la multitud aplaude.
la risa vuelve a dibujarse en los ojos.
no importan ya las diferencias, solo la vida,
la vida que nos invita a mirar el espejo
valorar a quien está al otro lado
tender la mano solidaria en todas las veredas
treinta y tres vidas escriben la historia
treinta y tres hermanos sobreviven
No más Sub Terra , no más!
Ana Cuadra
la risa vuelve a dibujarse en los ojos.
no importan ya las diferencias, solo la vida,
la vida que nos invita a mirar el espejo
valorar a quien está al otro lado
tender la mano solidaria en todas las veredas
treinta y tres vidas escriben la historia
treinta y tres hermanos sobreviven
No más Sub Terra , no más!
Ana Cuadra
1 comentario:
4 de septiembre de 2010
Hoy subí la cuesta forrada de hojarrasca( residuos de Earl, la tormenta), y al abrir mi buzón encuentro una sorpresa: tu libro.
Lo he leído de una sola sentada en esta tarde solariega , aquí en el silencio que solo puede ofrecer el campo, entre cantos lejanos de gallos.
Como un hermoso y valioso tesoro, guardo tu libro. Que detalle tan tierno de tu parte. Disculpa que en la lejanía, mi retribución ha sido poca, también subo peldaños en mi realidad; pero como decía nuestro amigo Nelson, el silencio no es sinónimo de olvido. Mi solidaridad y abrazo cordial para ti. La postal ilumina mi pared junto a otra que envió Nelson, gracias mil.
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