El calendario ha caminado veloz
tan veloz como los minutos en los
peldaños del encuentro.
Hoy miro los días y los atrapo a mi ser.
Veo mis pasos tambaleando
mi sonrisa nerviosa ante tu presencia
nuestro saludo y besos en las mejillas
guardo uno a uno tus primeros versos
en la virtualidad.
Leo y releo nuestras citas en el teclado
hasta el amanecer.
tan veloz como los minutos en los
peldaños del encuentro.
Hoy miro los días y los atrapo a mi ser.
Veo mis pasos tambaleando
mi sonrisa nerviosa ante tu presencia
nuestro saludo y besos en las mejillas
guardo uno a uno tus primeros versos
en la virtualidad.
Leo y releo nuestras citas en el teclado
hasta el amanecer.
Salta la invitación al reencuentro
mis días en la incertidumbre del viaje al sol.
pero fueron las palabras, tu voz en el auricular
que llenaron mis noches grises y fuiste
formando parte de mi mundo
y acudía presurosa al teclado
para bañarme con el bálsamo de tus letras.
Hoy saludo el día celeste que nos cruzó
en las escaleras del teatro.
Recuerdo tu sonrisa, el beso y el abrazo infinito
de nuestra primera cita danzándo en la platea
de los transeúntes que ignoramos ante nuestras
voces del alma.
Todo se ha ido archivando en mi memoria
Es el libro de nuestro caminar que nos ha invitado
a transitar juntos en las pasarelas del tiempo
que no se detiene sus pasos... mientras
me interno en el sueño de verte siempre unido
a mis versos.